sábado, 17 de septiembre de 2016

EXALTACIÓN SANTA CRUZ. CELEBRACIÓN CRISTO DEL CONSUELO EN SEVILLA LA NUEVA




El pasado 14 de Septiembre la Parroquia de Santiago Apóstol de Sevilla la Nueva celebró la fiesta de su patrón el Santísimo Cristo del Consuelo.
 
La Celebración Eucarística tuvo lugar a las 12:00 h. y este año tuvo un matiz especial al ser presidida por el Obispo de Getafe D. Joaquín María López de Andujar, junto con monseñor José Javier Romera, Vicario general de la Diócesis de Getafe,  y la participación de 13 sacerdotes de diferentes localidades de nuestra Diócesis.


Hasta nuestra parroquia de Sevilla la Nueva, se desplazó la Coral de Ambite de Tajuña (Madrid) para celebrar con  nosotros tan importante día en nuestro pueblo: la Exaltación de la Santa Cruz. Cristo del Consuelo en Sevilla la Nueva. 



Con una gran calidad vocal y humana nos obsequiaron con un amplio repertorio de cánticos eucarísticos, con bellas melodías tanto vocal como instrumental. Desde nuestra parroquia agradecemos a toda la Coral de Ambite su desplazamiento, colaboración y participación en la fiesta de nuestro patrón, así como la elaboración de rosquillas que fueron donadas a la parroquia para la puja que tuvo lugar después de la procesión del Cristo por las calles de la localidad.


La devoción al Cristo del Consuelo está presente en nuestro pueblo desde tiempo inmemorial. 


Los cristianos que han vivido en Sevilla la Nueva, han querido reconocer el consuelo profundo que Dios otorga en los momentos de incertidumbre en la Cruz del Señor. 

Esta es la razón, por la que el 14 de Septiembre, fiesta litúrgica de la Exaltación de la Cruz, lo celebramos.





El amor al Santísimo Cristo del Consuelo es una rica herencia que hemos recibido de nuestros antepasados. ¡Cuántos ojos habrán contemplado al Santísimo Cristo del Consuelo! ¡Cuántas oraciones se habrán dirigido al Santo Cristo, con fe, pidiendo ayuda, amparo, consuelo, protección! 


El Santísimo Cristo del Consuelo ha sido testigo de la vida de este pueblo, de nuestra historia, de nuestras alegrías y tristezas, de nuestros problemas, de nuestros avances y retrocesos, de nuestra fe, esperanza y caridad.

El Santo Cristo ha visto pasar bajo su cruz a numerosas generaciones de habitanes de Sevilla la Nueva, las ha acogido el día de su bautismo, las ha guiado como buen pastor, en Él siempre habrán encontrado apoyo, descanso, seguridad. Ha sido partícipe de todos los momentos, tantos felices como tristes, de la vida de cada habitante de Sevilla la Nueva.


Mientras sigamos mirando, amando y escuchando al Cristo del Consuelo nada habremos de temer, estaremos protegidos, estaremoss salvados. Esta herencia recibida no se debe nunca perder porque es una de nuestras principales raíces.

Aunque los tiempos cambian y las generaciones se renuevan, la tradición debe permanecer, debemos seguir siendo fieles a ella y no dejarla morir por modas pasajeras. Renovarla y fortalecerla, sí; debilitarla y perderla, no. 

Cuando un niño nace hemos de hablarle del Cristo del Consuelo, hacerle ver que no será un buen ciudadano de Sevilla la Nueva, si no ama al Cristo del Consuelo, que no tendrá buenos sentimientos si no tiene los sentimientos de Cristo, que no contribuirá a la construcción espiritual y moral del pueblo, si da la espalda a este Cristo. 



Sevilla la Nueva ha crecido en torno al Cristo del Consuelo, hay que quererle, visitarle y rezarle. Qué alegría da, cuando llegue el gran día de la fiesta, ver en la Iglesia a distintas generaciones, unidas ante la imagen de su Cristo. Da alegría cuando pasáis al lado de la Iglesia y pensáis: "Ahí está mi Cristo del Consuelo, ahí está mi protector".


Todos sevillanovenses debemos de sentirnos seguros sabiendo que Él no duerme, que está pendiente de los enfermos, de los ancianos, de los adolescentes, de los jovenes, de los trabajadores, de los desempleados, de los niños, de las mujeres trabajadoras en sus casas, de los sacerdotes, de la comunidad cristiana, de los que gobiernan y cuidan de nuestro pueblo...Qué seguros nos sentimos al saber que el Cristo del Consuelo nunca nos dará la espalda, siempre nos ayudará y, aunque nos olvidrmod de Él, Él nunca se olvidará de nosotros.


A las 19:30 h. tuvo lugar la tradicional procesión del Santísimo Cristo del Consuelo por las calles de Sevilla la Nueva.


 
Multitud de feligreses, junto con la banda de música,  autoridades, policía local, sacerdotes,  y vecinos que se iban uniendo al paso del Santísimo Cristo del Consuelo por las calles del recorrido, acompañaron a nuestro Señor por las principales calles de la localidad.




Finalmente y una vez terminado el recorrido habitual, tuvo lugar en la puerta de la Iglesia la "puja" de alimentos donados por feligreses: rosquillas de Ambite, queso de Valdelaguna, un jamón, y también la tradicional "puja" de los palos.



El Cristo del Consuelo nos está diciendo que todos estamos llamados a vivir la fraternidad, a amarnos de verdad, porque debemos imitarle en el amor que es lo que más agrada a nuestro Cristo.
"Todos somos hermanos, hijos del Padre que está en el cielo" y entre hermanos tiene que estar presente una única realidad: el Amor.







"VIVA EL CRISTO DEL CONSUELO
PATRÓN DE SEVILLA LA NUEVA"

 

miércoles, 14 de septiembre de 2016

EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ



La Exaltación de la Santa Cruz, también conocida como Triunfo de la Santa Cruz, es una fiesta religiosa en la que se conmemora la Cruz, en la que fue crucificado Jesucristo.
La Iglesia Católica celebra la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz el 14 de septiembre ya que ese día es el aniversario de la consagración de la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén en el año 335.

La Cruz es fruto de la libertad y del amor de Jesús.



HISTORIA DE LA SANTA CRUZ 

Hacia el año 320 la Emperatriz Elena de Constantinopla encontró la Vera Cruz, la Cruz en la que murió Nuestro Señor Jesucristo. La Emperatriz y su hijo Constantino hicieron construir en el sitio del descubrimiento, la Basílica del Santo Sepulcro, en la que guardaron la reliquia.

Años después, el Rey Cosroes II de Persia, en el 614, invadió y conquistó Jerusalén y se llevó la Cruz poniéndola bajo los pies de su trono como signo de su desprecio por el cristianismo. Pero en el 628 el emperador Heraclio logró derrotarlo y recuperó la Cruz y la llevó de nuevo a Jerusalén el 14 de septiembre de ese mismo año.
Para ello se realizó una ceremonia en la que la Cruz fue llevada en persona por el emperador a través de la ciudad. Desde entonces, ese día quedó señalado en los calendarios litúrgicos como el de la Exaltación de la Vera Cruz.

La fiesta del Triunfo de la Santa Cruz se hace en recuerdo de la recuperación de la Santa Cruz obtenida en el año 614 por el Emperador Heraclio, quien la logró rescatar de los Persas que se la habían robado de Jerusalén.

Al llegar de nuevo la Santa Cruz a Jerusalén, el emperador dispuso a acompañarla en solemne procesión, pero vestido con todos los lujosos ornamentos reales, y de pronto se dió cuenta de que no era capaz de avanzar. Entonces, el Arzobispo de Jerusalén, Zacarías, le dijo: "Es que todo ese lujo de vestidos que lleva, están en desacuerdo con el aspecto humilde y doloroso de Cristo, cuando iba cargando la cruz por estas calles".

Entonces, el Emperador se despojó de su manto de lujo y de su corona de oro, y descalzo, empezó a recorrer así las calles y pudo seguir la piadosa procesión.


 
La Santa Cruz, para evitar nuevos robos, fue partida en varios pedazos. Uno de ellos, llevado a Roma, otro a Constantinopla, un tercero se dejó en un hermoso cofre de plata en Jerusalén.


Otra se partió en pequeñísimas astillas para repartirlas en diferentes Iglesias del mundo entero que se llamaron, "Veracruz" (verdadera Cruz), como, por ejemplo, en Ambite de Tajuña (Madrid).





Nosotros recordamos con mucho cariño y veneración la Santa Cruz porque en ella murió nuestro Redentor Jesucristo, y con las cinco heridas que allí padeció, pagó Cristo nuestras inmensas deudas con Dios y consiguió nuestra Salvación.


El color litúrgico de este día, es el rojo. Tradicionalmente, en esta fiesta, se exponen las reliquias de la Santa Cruz, si existen en el templo, u otras cruces.

En Sevilla la Nueva se expone el Santísimo Cristo del Consuelo.





CRISTO DEL CONSUELO DE SEVILLA LA NUEVA

La devoción al Cristo del Consuelo está presente en nuestro pueblo desde tiempo inmemorial. Los cristianos que han vivido en Sevilla la Nueva han querido reconocer el consuelo profundo que Dios otorga en los momentos de incertidumbre en la cruz del Señor. Esta es la razón por la que el 14 de Septiembre, fiesta litúrgica de la Exaltación de la Santa Cruz, lo celebramos.

De la imagen original solo poseemos la cabeza y la pierna de una pequeña talla en madera policromada. Son los restos que quedaron tras la profanación sufrida en los inicios de la gran persecución religiosa llevada a cabo durante la guerra civil española (1936-1939).

En dicha guerra también asesinaron al párroco de Sevilla la Nueva, don Liborio. Los restos del Cristo se encuentran en un relicario confeccionado para su custodia, que fue sufragado por los feligreses de la parroquia en el año 2010.



La actual imagen fue regalada por la Asociación de la Marías de los Sagrarios de Madrid. Dicha asociación fue creada por San José María Rubio y se encarga colaborar con su oración y entrega a los distintos sagrarios que le son encomendadas. Junto al Cristo, las Marías también donaron el sagrario y la custodia presentes en la parroquia, así como la talla de la Soledad y diversos ornamentos litúrgicos (casullas, corporales, purificadores,...). 


Actualmente siguen rezando por nuestra parroquia y promoviendo la adoración eucarística. Para conocer más de las Marías de los Sagrarios: www.mariasdelossagrarios.com.










martes, 6 de septiembre de 2016

"LA FE ES SENCILLA" DE JOSE MARIA AVENDAÑO





El vicario general de la Diócesis de Getafe, José María Avendaño. dedica un libro a la fe sencilla de su madre.

"La fe es sencilla" es el título del libro con el que José María Avendaño quiere rendir un homenaje a su progenitora y alentar el seguimiento de Jesucristo en la vida cotidiana. 

El sacerdote D. Jose María Avendaño, vicario general de la Diócesis de Getafe, acaba de publicar "La fe es sencilla" un libro dedicado a su madre, Dña. Jorja Perea y a su testimonio de fe en la vida cotidiana.


«Este libro ha sido escrito como un homenaje a mi madre y a su vida cristiana, como agradecimiento a la fe y al amor a Cristo que ha transmitido a sus cinco hijos y a todos los que la hemos conocido», declara Avendaño.


El libro nació a propuesta del obispo auxiliar de Getafe, D. José Rico Pavés, que en el prólogo escribe que «en los tiempos actuales se necesitan testimonios de personas sencillas; ésta es “la fe de los sencillos” de la que nos habla el magisterio de los últimos papas y de la que tenemos tanta necesidad».


El libro fue escrito apenas transcurrido un mes del fallecimiento de su madre, y para Avendaño supuso una experiencia «gozosa por el recuerdo de todo lo vivido y al mismo tiempo dolorosa por la cercanía de la muerte de su progenitora».

Salpicado de fotografías y de anécdotas, y con una portada diseñada por el propio autor, el libro, editado por Narcea hace un recorrido por las diferentes etapas de la vida de Jorja y las batallas que tuvo que enfrentar: el analfabetismo, la orfandad, la Guerra Civil, la crudeza de la vida en el campo, la pérdida de dos de sus hijos y su propio encuentro con la muerte.


En cada momento las palabras que repetía eran: «Somos suyos; lo que Dios quiera». Los capítulos finales están dedicados a analizar su legado y su esperanza en la resurrección y la vida eterna.


En palabras de monseñor Rico Pavés, "la vida de Jorja Perea viene a confirmar la idea de que, en la gente sencilla, se manifiesta de forma luminosa que la fe es sencilla y que todos estamos llamados, con nuestra vida, a dar ejemplo de nuestra fe".


Este domingo 11 de Septiembre tendrá lugar a las 13:00 h., en nuestra parroquia de Santiago Apóstol de Sevilla la Nueva, la presentación del libro "La fe es sencilla" por su autor Ilmo. Mons. José María Avendaño Perea, Vicario de la Diócesis de Getafe. Os invitamos desde nuestro blog y desde la parroquia a asistir a dicha presentación.




"La fe es sencilla" es un homenaje a mi madre
 y a su vida cristiana, 
un agradecimiento a la fe y al amor a Cristo
 que nos ha transmitido a sus hijos
y a todos los que la hemos conocido